2 DE ABRIL
DÍA DEL LIBRO INFANTIL Y
JUVENIL
CREANDO
MUNDOS
NUEVOS
Danilo Sánchez Lihón
1. El bien
común
Si partiéramos no desde los males que nos
acosan sino de la orilla opuesta, es decir desde el ámbito de la plenitud, la
dicha y la felicidad y se nos preguntara: ¿cómo quisiéramos que fuera el mundo
y la vida, y siguiendo esta secuencia se nos formulara la pregunta:
– ¿Dinos con toda tu capacidad de ilusión,
de idealismo y de anhelo, ¿cómo quisieras que fuera el mundo?
Nosotros, arrobados, seguramente
responderíamos:
– Quisiera que en el mundo no haya muertes
ni enfermedades. Y en que todo fuera hermoso.
Y ojalá que alguna vez ello no solamente
fuera una pregunta y una respuesta, sino que se volviera palpitante realidad.
– Y, ¿qué más? –Se insistiría.
– Que sea una aventura suprema. –Sería la
respuesta.
– Y, ¿qué más? –Se seguiría preguntando.
– Que esté lleno de sentido; que sea rico
en significados y trascendente.
– Y, ¿qué más?
– Que valores como la solidaridad, la
identidad, el bien común sean elementos de intercambio cotidiano.
2. Nos lega
la vida
– ¿Algo qué agregar?
– Que se imponga la verdad y que se entone
siempre el canto prodigioso y a la vez piadoso, de la vida.
– ¿Queda algo por decir?
– Que haya creación, que haya júbilo y
entusiasmo por vivir...
Y podría seguir la lista de ansias,
quimeras y utopías.
Pues bien, todo eso es y ofrece o compone
el universo propio y genuino de la literatura infantil. Es esa capacidad de
vivir con encanto, con riesgo, con trascendencia y compartiendo el bien común.
Pero falta quizá algo qué decir, cual es:
¿qué anhelaríamos, ya como ensoñación máxima?
– ¡Eliminar definitivamente la muerte!
–Respondería alguien.
Y claro que sí. ¡Por supuesto! ¡Esto está
bien! ¡Conforme y de acuerdo! Todo eso se logra con la literatura infantil
donde la vida reina para siempre, y donde ella es la capacidad de compartir los
dones primeros que nos lega la vida y el destino, y que hacen la esencia del
existir. Y con ello tocamos la eternidad.
3. Han
desgajado
sus ramajes
Todo ello se resume en la literatura
infantil, en la lectura y la creatividad que son los cauces y las anchas
avenidas, las grandes sendas por donde podemos enrumbarnos para adquirir
sensibilidad, conciencia, dominio del lenguaje, amplitud cultural; siendo todo
ello fundamental para la formación del hombre.
Ella, por si acaso, no es un derivado o un
subproducto de la literatura adulta o de la literatura convencional. Es, al contrario,
la matriz, el tronco desde el cual las otras literaturas han desgajado sus
ramajes y se han expandido. Y son ramas, porque primero fue la literatura
infantil, representada en mitos, leyendas, relatos orales, fábulas, cuentos
folclóricos, rimas verbales, poemas y adivinanzas.
Y creo que los grandes autores de la
literatura universal lo han sido o lo son porque tuvieron en su infancia un
gran sustrato de literatura oral o infantil en su formación como creadores.
Hagamos por eso desde nuestros países que
son pletóricos una literatura infantil pródiga como es nuestro continente, una
literatura de la libertad, del amor y la solidaridad. Y hagámosla y
difundámosla por el ángel que hay en todos los seres humanos que deambulamos
sobre la superficie de la tierra.
4. Culturas
testimonio
Hagamos una literatura infantil de los
valores supremos, del asombro del niño ante el universo como una actitud perenne
en nuestras vidas, sin dejar de ser el niño que todos llevamos dentro.
Convirtamos el arte en una poderosa fuerza
unificadora.
Hagamos del caudal de los afectos y del
bien común las potencias decisivas en la batalla por alcanzar la dignidad
definitiva del hombre sobre la faz de la tierra.
Y, como en Scherezada, valiéndonos de las
palabras prolongar la vida eternamente, que se consigue en los instantes de
exultación, de apogeo y totalidad que se vive en la literatura infantil, y
exorcizar la muerte creando mundos nuevos.
En este panorama, culturas testimonio como es
la nuestra, con su arte insólito y excepcional, como es la literatura infantil
de nuestros pueblos recónditos, resultan decisivas.
Compuesta ella de mitos, leyendas y cuentos
folclóricos, y todo el amplio repertorio de géneros, formas y contenidos de que
está poblada y que se reproduce cada día en boca de los abuelos que, gracias a
Dios, en el mundo andino sus bocas no se han apagado.
que se olvida
Donde estas formas de expresión forman
parte de los recursos de la resistencia moral llamada a defender lo humano,
porque son ámbitos en los cuales pervive una rica tradición cultural.
Es hacia aquellos ámbitos a los cuales
debemos empezar a tender los puentes, implementado programas de incorporación
de aquel acervo a fin de formar parte de nuestra cultura activa, comprometida y
militante
Por eso, elemento de enorme significación
en este contexto es que mucho de esta literatura es el mundo alternativo de la
resistencia activa, contumaz y heroica de nuestros pueblos por mantener su
identidad.
Y ello en oposición al fenómeno de la
globalización deshumanizante, que es lo mismo a decir a la homogenización
mundial basada en la utilización omnímoda de los medios de comunicación y de
las tecnologías de la información que nos atosigan con banalidades.
Sin embargo, por ahora la literatura
infantil es un bien que se olvida, es un tesoro escondido, es un gran amor que
se lo calla; pero que siempre está allí y se lo encuentra latente, rozagante y
confiado.
6. Valores
acrisolados
Mientras tanto, todavía no se la vive
suficientemente, cuando hay que vivirla con intensidad.
Mientras tanto está ausente cuando debería
estar más bien siempre presente.
Mientras tanto en las escuelas está
expulsada por la rutina de lo mecánico y tecnológico, del cientificismo y de la
insensibilidad.
Pero hemos de recuperarla en la tarea de
salvar el mundo que la humanidad reclama.
Porque ella es una madre a la cual podemos
recurrir siempre, cuando estamos alegres o desolados y hasta cuando todo lo
hemos perdido, para encontrar en ella protección, consuelo y sabiduría.
Porque ella nunca ha de fallar en nuestras
vidas, porque debido a ella es que podemos dotarnos de visión en nuestros días.
Con ella hemos de exorcizar la pobreza y los
malos hados, y tener calles y casas hermosas, imbuyendo a nuestras generaciones
de sensibilidad y valores acrisolados.
7. Verdad
indestructible
Porque educar es asunto de destino, de
identidad, de construcción de una historia verdadera.
En este propósito la literatura infantil es
una pieza clave, una herramienta y un arma poderosa en nuestras manos.
¡Defendámosla!
De allí que debemos hacer de la nuestra una
cultura guerrera a favor de ganar para el ser humano más belleza, más verdad y
sentido de lo que es bueno.
Y, gracias a que pervive aquella literatura,
haciéndole frente a los omnímodos y alienantes medios de masas, a los video
juegos y a las tecnologías de la información y comunicación, es que tenemos con
ella en nuestras manos y en nuestras bocas la columna y viga mayor en la cual
podemos sostenernos, ganar la batalla y triunfar definitivamente.
Porque debido a ella es que podemos al fin
educar para la verdad, la belleza, la bondad y el heroísmo, en comunión y
compromiso profundo, de amor entre los seres humanos.
Hagámosla, como ella es y debe ser en
nuestras vidas, una verdad indestructible.
Las ilustraciones de este artículo
son algunas carátulas de libros
publicados por el INLEC
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Capulí 20. Taita Shanti abriendo el camino con su pututo
en las lagunas de Llanganuco, en mayo del año 2019
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