31 DE MAYO
MEMORIAS
DE UN CAMINO
¿POR QUÉ
CAPULÍ ES
EN MAYO?
Danilo
Sánchez Lihón
1. Asume,
venera y cree
El peregrinaje a
Santiago de Chuco que organiza el movimiento cultural Capulí, Vallejo y su
Tierra, ¿por qué ha escogido ser siempre en el mes de mayo de cada año? ¿Hay
una razón valedera?
Es la pregunta
que nos formulan las personas que se acercan, queriendo encontrar y saber el
motivo de la ubicación en el tiempo de este certamen que se lleva a cabo hace 21 años y que cada día se vuelve más multitudinario, y que ya tiene un lugar en
el calendario de efemérides culturales de nuestro país.
Y la respuesta
es simple. Es el mes en que nuestra serranía luce más espléndida y hermosa que
nunca. Y porque mayo es el mes que más amó, admiró y evocó en sus poemas
nuestro vate universal César Vallejo.
Pero, en
general, no solo él, ni solo quienes han nacido en esa tierra prodigiosa, sino
que toda persona que ha vivido en el mundo andino, venera el mes de mayo y sabe
que él es mes diáfano, de efluvio cósmico y epifanía.
Sobre estas
bases es que este certamen ya alcanzó a perennizarse y ser un acontecimiento
esperado, compartido y eminente en nuestra agenda cultural.
2. En su primer
verdor
Y es que en los
días de mayo en Santiago de Chuco se florece, que es cuando los campos se
engalanan de flores silvestres, donde todo es verdor, algarabía y musicalidad.
Donde es embriagante
el perfume que emana de cada presencia de la naturaleza, en una fiesta de fragancias,
de colores estallantes y acordes que extasían.
Hay aromas en lo
que germina y de lo que nace y crece, mientras bajo el cielo de añil intenso
bogan las nubes blancas.
Puesto que en
mayo en la serranía del mundo andino todo es reciente, fresco y núbil.
El maíz que se
sirve en la mesa es el choclo. Y el choclo es el maíz tierno e intacto.
Las habas que se
degustan a la hora de la comida son las habas verdes, suaves y lechosas por ser
prematuras, de un sabor dulce e infantil; y que se comen sancochadas como si
paladeáramos néctar y ambrosía.
Y toda clase de
verduras frescas se prueban en este mes, donde las frutas de las huertas se
saborean cuando aún ellas están en su primer verdor y aún en agraz.
3. El mes
que más amó
Y porque, ¿qué
mes fue el preferido por César Vallejo. No es enero, pese a que él escribió el
poema Enereida y concibe una épica de enero. No es este mes su preferido ni
aquel que más amó.
Tampoco es el
mes de julio, de los poemas del “Terceto autóctono”, mes de bandas de músicos,
de fiestas y adoraciones.
Y aún menos es septiembre
con cuyo nombre tituló uno de sus poemas, mes amargo y nostálgico, en que la
luna boga peregrina y silenciosa.
Mayo en cambio para
él es el mes florido, de la fecundidad, de la inocencia y la vida nueva, como
promesa e ilusión, que él exalta.
Porque en
Enereida no se ocupa de enero sino de su padre y de la vida como esperanza. Porque
el mes de julio más lo tiene presente en relación a la fiesta del Apóstol
Santiago el Mayor, y con él la embriaguez y la imagen misma del santo
reconocida como el Dios Sol de los labriegos.
Y en el poema
Setiembre, no importa tanto el mundo externo sino el amor ausente, el amor
hecho adiós y rasgado en despedida; en tristeza y en vacío; en pena, ausencia y
desengaño de no hallar ya nunca más al ser querido.
4. Cañas de mayo
del lugar
En cambio, mayo
sí es directamente cantado como presencia y significado, como naturaleza
retenida y vuelta a vivir y que se plasma en el poema del mismo nombre que él
escribió.
Aunque, en
diferentes otros poemas, circunstancias y momentos César Vallejo evoca el mes
de mayo siempre con la emoción más honda, sentida y penetrante.
Así, en el poema
“Capitulación”, reivindicando el mes de mayo expresa:
Anoche, unos abriles granas capitularon
ante mis mayos desarmados
de juventud.
Y en el poema
“Idilio muerto” diría con profundidad de imagen, refiriéndose a la andina y
dulce Rita, acerca:
de su sabor a
cañas de mayo del lugar.
Donde mayo es
afirmativo. Y es promesa acerca del sabor que prodiga la tierra, el mundo rural
y la forja de la utopía andina que es nuestro compromiso construir.
5. Lo pródigo,
lo bello y lo cierto
Y porque
relaciona pues mayo a todo aquello que representa la plenitud de vivir, como en
el poema XXXV de Trilce, donde dice:
el tenedor absorto, su doneo radiante
de pistilo en
mayo, y su verecundia
Relaciona mayo a
germinación, abundancia y feracidad, precisamente a lo que vemos al ir y llegar
en esta romería denominada Capulí, Vallejo y su Tierra, arribando al lar de
origen y tierra natal del poeta universal.
Por eso y muchas
otras razones, el mejor mes para viajar a Santiago de Chuco y conocer el pueblo
donde nació el poeta de la fraternidad humana, es mayo a cuyo encuentro iremos siempre
con el corazón en la mano, a saber más de buena fuente acerca de su procedencia
y trayectoria vital, y tal como él en esencia es.
Por eso, mayo es
el mes en que Santiago de Chuco aclama a los peregrinos que llegan, donde él
nos recibe en su casa, sentado en su poyo y nos convida el pan de su horno.
Porque es el mes
que más amó y celebró, relacionándolo a lo pródigo, a lo bello y a lo cierto y
en donde nos acoge con los brazos abiertos todo el pueblo que lo vio nacer.
6. Su tierra
y su gente
Por eso,
Santiago de Chuco con Capulí, Vallejo y su Tierra ha hecho de mayo el mes en
que los chucos, que queremos ahondar en la vida y obra de César Vallejo, llegamos
desde lejos.
Y que otros saliendo
desde el fondo de sí mismos, igualmente se reconocen, llenándose de mundo, con
aquellos peregrinos que arriban por caminos separados, pero llegando juntos y yendo
a la misma casa.
Juntos por fin con
todos aquellos que quieren conocer Santiago de Chuco y compartir con César
Vallejo encarnado en la gente sencilla que lo acunó de niño y lo representa,
solidarios con quienes llegan por vez primera hasta su patio a abrazarse con el
capulí que se erige en su morada.
Y todo esto lo
hagamos en el mes de las flores, de la exuberancia, de la alegría de vivir, que
es lo que el mes de mayo en esencia significa y simboliza.
Y que Santiago
de Chuco como pueblo reconozca y afiance que es en mayo donde debe dedicar
todos los fastos a resaltar la memoria de su gran vate César Vallejo, que tan bien
lo exalta.
Porque a mayo
dedica él mismo no solo su evocación recóndita sino la estampa más rotunda
acerca de su tierra y de su gente. Y porque en mayo llega la ciudadanía del
mundo a compartir nuestro techo y nuestra mesa.
7. Seremos
invencibles
Y para que así
se constate que toda su sapiencia él la recogió de Santiago de Chuco, un pueblo
inundado de un espíritu de infancia, tal como se muestra en el poema Mayo,
fresco e inocente, poema representativo junto a Telúrica y Magnética de la
utopía vallejiana.
Por eso venimos
en mayo a Santiago de Chuco, para empaparnos más de esa entelequia, y para
llenarnos de César Vallejo quien ha inundado de gloria al Perú secreto y
recóndito.
Es, además, para
conocer el lugar natal de un héroe civil, del paradigma de hombre cabal y de peruano
integral, muestra y ejemplo de cómo se puede ser universal, asumiendo lo
auténticamente propio y nuestro.
Considerando que
cada pueblo y cada cultura tienen su arquetipo, ese súmmum en el caso nuestro
es César Vallejo. Y el día que nuestro país lo asuma cabalmente nuestra patria
se encontrará consigo misma, y ha de ser desde entonces no piedra sino diamante,
y seremos desde entonces invencibles.
Siendo César
Vallejo la bandera tremolante del universo, te invitamos por eso a que conozcas
su tierra, su gente y lo que hemos de alentar de aquí al futuro y al infinito.
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