A César Vallejo no se lo pueda concebir separado ni aislado de los demás ni se su pueblo de origen. Él es hombre a quien no se le puede pensar desarticulado de su espacio y de su tiempo. O separado de su adhesión plena a los pobres, a los desposeídos, a los que sufren hambre y dolor. Porque su identificación con el hombre que sufre es plena, total y absoluta. Y, además, incuestionable.
Muchos otros
también lo han sentido y expresado estos mismos contenidos. Lo especial en
César Vallejo es haberlos asumido con la coherencia y fidelidad como muy pocos lo
han logrado en el decurso de la historia. Lo importante en César Vallejo es la
coherencia de su obra con la vida; la coalición de las ideas con los actos.
Congruencia y mérito que lo sitúan como uno de los valores sumos, decisivos y
culminantes de la civilización humana. Y, como él dijera:
¡Que la tierra produzca el talloque da sombra y frescurala semilla que nutre y purifica,la flor que se abre para los tabernáculos,para las cunas y las tumbas.
Aquí vemos
cómo en él se fusionan la vida y la muerte. ¿Por qué lo hace? Trataré de dar
algunos alcances:
Casa de César Vallejo
2. Los primeros
gritos
En Santiago de
Chuco las personas nacen en sus propios hogares y domicilios, hecho que tiene
una enorme significación y marca una huella indeleble y muy honda en lo que es
pertenencia como también en lo que es una dimensión mágica.
Esto es el
trance de la vida, que se constata en las madres que dan a luz en los mismos
cuartos donde los niños duermen, asunto que tiene además el otro agravante cual
es que esas parturientas no son otras que las propias madres, hermanas y
parientes de esos niños.
Donde los
partos acontecen en los dormitorios comunes y corrientes, hecho aparentemente
sencillo pero que vividos resultan convertidos en eventos notables, con toda su
carga de azar, misterio y providencia.
El propio nacimiento de César Vallejo tuvo un riesgo muy grande puesto que su madre estuvo a punto de fenecer, habiendo sido un trance de vida y muerte.
Casa de César Vallejo
3. Trance
de vida y muerte
Pero, así como
se nace dentro de las casas allí también se muere, y delante de los seres
amados. Pero igual, en el mundo aldeano o de la serranía del Perú se conoce
también de modo intenso la experiencia del morir y en suma del temblor de la
vida en todos sus pliegues y aristas.
Porque al
igual que las personas ven la primera luz de sus existencias en sus propias
casas, en ellas a su vez ven apagarse los últimos fulgores de la vida en sus
seres queridos, puesto que en ellas agonizan y finalmente fenecen.
Al ocurrir el
nacer como el morir entre las paredes de la casa donde se juega y se vive
convierten lo cotidiano en algo recóndito, caudaloso y culminante;
acontecimiento que a su vez es una de las claves de la poesía de Vallejo.
Es por eso que
quienes experimentan de manera directa e ingenua estos hechos tienen pegado a
su ser el olor, el sabor, los sonidos, los gritos de dolor originales y
atávicos de las parturientas como de los moribundos, punto donde terminan y
donde a la vez empiezan las aventuras y destinos de la gente.
Casa de César Vallejo
4.
Todo
se
junta
En Santiago de
Chuco, pueblo donde nació César Vallejo, vida y muerte son experiencias
entrañables, por cercanas y por acaecer con nuestros seres más próximos. En cambio,
en una aldea como la de César Vallejo vida y muerte se pegan a las paredes, a
cada terrón o grumo de polvo y hasta las piedras que se abrazan para hacer un
muro, un corredor o un patio.
Tan
estrechamente unidas están a esos mismos niños, para quienes la experiencia
resulta impactante, tanto que lo gozan y lo sufren con escondido delirio; niños
que tienen el privilegio y estremecimiento de confrontarse de ese modo con la
vida más palpitante.
Dentro de este
registro de acontecimientos también escuchan esos niños–y a César Vallejo le
tocó indudablemente vivir lo mismo– los primeros gritos de las criaturas que
nacen, como los estertores de quienes se despiden y mueren. Constituyendo estas vivencias ineludibles una
marca intensa, honda y radical, como es nacer en las casas donde se vive junto
a los padres y los hermanos y ver en ellas morir a nuestros seres queridos.
La madre de César Vallejo
5. Dos raíces
fusionadas
Las
experiencias referidas son sustento y base para haber configurado a un César
Vallejo humano, comprometido con la vida como con su salvaguarda y protección,
son la clave y el trasfondo en la poesía y, en general, en su vida y su obra
totales.
Por eso, sin
soslayar los acontecimientos históricos y más bien elevando estos referentes
concretos, legítimos y fidedignos a una dimensión universal y hasta
cosmogónica, en César Vallejo nacimiento y muerte se asocian indisolublemente.
Reconociendo
que en la vida del hombre y en su ser luchan esas dos categorías y dimensiones
ontológicas, como pugnan en la vida de todo ser humano la verdad y falsedad, la
honradez y la mentira, la ternura y la crueldad, la libertad y la sumisión.
Por eso en
Vallejo pugnan los contrarios, Por eso es el poeta de los oximorones, de los
saltos dialécticos, de las intuiciones geniales, porque su vida está
constituida por esos elementos naturales a la vida y a la estructura dicotómica
del mundo.
El padre de César Vallejo
6. Un creador
absoluto
Esas dos
raíces tan fusionadas a la tierra de Santiago de Chuco, vida y muerte, influyen
directamente en el sentido y en el verbo del poeta que desde diversos ámbitos
se lo reconoce hoy como la voz universal más contundente para todo lo que es
humano, timbre grande y señero en la poesía de todos los tiempos y en quien, en
su definitiva configuración, está presente de manera ineludible el mundo
andino.
De allí a su
vez que César Vallejo esté lleno de compasión por los demás seres vivientes, se
lo sienta tan cargado de sentimientos de adhesión al desposeído y haciendo
causa común con el desheredado de la fortuna y castigados por la suerte. Por
eso es pleno en la solidaridad y total en la adhesión a sus hermanos hombres. Y
de identificación henchida con el destino de la humanidad.
Porque compasión es la emoción más coherente cuando de identificarse y de unir nuestro destino. Toda esta dimensión humana la absorbió directamente en su cuna, de su gente y en el contexto de su pueblo de origen, para ser el representante humano que por su consagración alcanza dimensión universal.
Capulí en la casa de César Vallejo
7. Pensar
en solitario
En él influyó
contundentemente nacer en Santiago de Chuco, su pueblo natal.
Porque
aquellos contenidos y fundamentos tan significativos y trascendentes en su vida
y en su obra los recogió en gran medida de su casa de infancia y de su contexto
vital.
De allí que se
pueda decir de César Vallejo que para ser como él lo es, no pudo haber nacido
en ningún otro lugar del mundo que no fuera en Santiago de Chuco y en el mundo
andino.
Porque, César
Vallejo, aparte de ser un creador literario absoluto, aparte de ser un hombre
cabal y señero, es un apóstol y un salvador humano. Y quien encarna valores
insignes y supremos.
Porque, hombre
humano es un hombre con valores, con solidaridad, y con fraternidad
intachables, como Vallejo lo fue y lo es.
Un hombre
pueblo, un hombre historia, un hombre multitud, sociedad y utopía popular.
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